miércoles, 15 de agosto de 2012

LAS FORMAS DE ENFRENTAR LA CRISIS


El Banco Central recientemente ha publicado el “Informe Macroeconómico y de Política Monetaria”, en el cual explica el contexto internacional y el comportamiento de la economía argentina en la primera mitad del año, haciendo un repaso por los principales indicadores económicos domésticos frente a un panorama de desaceleración de la economía global y una merma en la actividad comercial con nuestros principales socios (Brasil).

Panorama
En el segundo trimestre del año hubo una baja en la inversión debido a la caída en la construcción y en la adquisición de equipamiento durable para la producción. “La importación de bienes de capital acumuló en los primeros cinco meses del año una baja de 24% interanual”. “En el mismo sentido, pero con una intensidad menor, las compras al exterior de partes y piezas de bienes de capital se redujeron 1,4%”. Sin embargo se mantuvo el gasto de las familias producto de la estabilidad del mercado laboral, la inversión pública dirigida a los sectores más vulnerables (AUH), la actualización en las jubilaciones y el crédito al consumo (tarjetas de crédito principalmente).

En cuanto a las exportaciones, hubo una reducción del volumen exportable como consecuencia de una baja en los envíos al exterior de productos industriales, originada por la desaceleración de la economía de Brasil, y de productos primarios, a partir de los menores saldos exportables resultado de la sequía.

Respecto de la actividad industrial, así como la agropecuaria, muestran una desaceleración en comparación interanual con el mismo mes de 2011. “Las cantidades exportadas disminuyeron en torno al 8%”. Las exportaciones de Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA) se redujeron aproximadamente 7% en el segundo trimestre, tras crecer 4%  en el primero, obedeciendo esto a la sequía. Por su parte las cantidades exportadas de Manufacturas de Origen Industrial (MOI) experimentaron una disminución del 12%. La razón principal se encuentra en una disminución de la actividad de Brasil, a la sazón principal comprador de nuestros productos.

Por el lado de los servicios si bien muestran una desaceleración, al estar menos relacionados con el contexto internacional y, sostenidos por el mercado interno, el nivel de actividad no ha menguado demasiado. “Las comunicaciones, la intermediación financiera y el comercio mayorista y minorista volvieron a ser los sectores que crecieron en mayor cuantía y que contribuyeron de manera más significativa a la expansión de la actividad económica”. La telefonía registró la suba más elevada y permaneció como la dinamizadora del sector, al elevarse entorno a 13%.

En cuanto a las importaciones, en los distintos tipos de bienes, en el segundo trimestre del año las cantidades importadas exhibieron una reducción en torno al 18%. “Las importaciones de Bienes de capital registraron la caída más pronunciada, cercana al 40%”. Contrariamente, las importaciones de Combustibles y lubricantes experimentaron una suba en torno al 33%.

Hasta aquí, las conclusiones que podemos sacar a partir de este “Informe” son las siguientes: Hubo una merma de las exportaciones (MOA-MOI) producto de una desaceleración de la actividad de nuestros principales socios comerciales y la sequía. En cuanto a las importaciones si bien hubo una disminución fundamentalmente en los bienes de capital, continuamos con un problema estructural en el sector energético que nos impide disminuir la importación en este rubro.

Verdes
La riqueza financiera en la Argentina toma connotaciones verdes. Existe una gran dolarización de la misma. “Una particularidad de la formación de activos externos en la Argentina es que adquiere la forma de inversión en instrumentos líquidos (billetes, depósitos en el exterior) que producen mínimos retornos, a diferencia de lo que ocurre en otros países desarrollados y también emergentes donde las colocaciones se hacen en instrumentos de mayor retorno promedio, tales como inversiones de cartera (bonos, acciones) o en la forma de inversión extranjera directa” (1).

El meollo de esta cuestión se centra en que gran parte de la riqueza generada en nuestro país y por los argentinos, se queda fronteras afuera. No ingresa para ser reinvertida. Por un lado los ahorristas que optan por ahorrar divisas norteamericanas “bajo el colchón”. Por el otro, los oligopolios cerealeros y aceiteros que fugan (triangulación comercial nociva – fraude al fisco) o bien transfieren divisas hacia paraísos fiscales al igual que, las transnacionales mineras que transfieren renta a sus casas matrices. Todo ello posible, fundamentalmente, por la vigencia de la convertibilidad, a pesar de los esfuerzos realizados por el gobierno para menguar su alcance.

La principal fuente de dólares son las exportaciones. Estas tienen un valor significativo para el Estado argentino ya que depende de estos para “realizar los pagos vinculados con las importaciones, para atender los vencimientos de la deuda pública y privada en moneda extranjera, y para la acumulación de reservas internacionales en el Banco Central que, además de actuar como reaseguro de liquidez internacional, han contribuido a cancelar deuda pública” (2).

Actualmente el Estado deja de contar con enormes cifras de billetes verdes debido a que son acaparados por las principales firmas del país. Es decir: Cargill, Bunge,Aceitera General Deheza, Louis Dreyfus Argentina, entre otros.


Si bien el “cepo al dólar” que tanto preocupa a los representantes políticos de las empresas antes mencionadas (Macri, Biolcati, Cobos, etc.), ha permitido al Estado controlar una partecita de los dólares que necesita para hacer frente a sus compromisos, no son más que eso, una partecita. La torta se corta en otro lado.

Otras formas de enfrentar la crisis
Frente a la necesidad de importar combustibles (déficit energético), la baja de actividad económica de nuestros socios (Brasil), los coletazos de la crisis, es necesario llevar a delante políticas que le permitan a la Argentina reconvertir la renta sojera y minera en un Plan Industrial que le permita a nuestro país seguir creciendo con valor agregado y mayor generación de empleos, sin que la crisis internacional nos golpee.

Para eso debemos encarar otras formas, además de las desarrolladas al momento, que nos permitan salir del laberinto por arriba:

  • Declaración de Utilidad Pública de la divisa (previamente haber sido discutido el tema mediante Audiencias Públicas, ¡Qué argentino se opondría a que las divisas generadas por su esfuerzo sean manejadas por el Estado y no por Cargill a quien no votaron!).
  • Que los ingresos en dólares de las exportaciones sean liquidados en el Banco Central, por el comprador externo, y que éste pague su equivalente en moneda nacional a las empresas cerealeras.

Los “alertas” en nuestra economía comienzan a aparecer cada vez más claro. La legitimidad de este gobierno y sus actos precedentes nos esperanzan en una solución acorde a las que espera el pueblo argentino.




Notas
(1) Alfredo Zaiat, Explicación, Pagina/12
(2) Ibid.
Fuente
Informe Macroeconómico y de política monetaria, BCRA




Hernán Ramón