jueves, 6 de marzo de 2014

Apertura de sesiones


Cristina: "Argentina es el país que más se ha desendeudado del mundo. Nuestra deuda es aproximadamente un 10% del PBI, por la variación que hubo en el dólar. Pudimos hacerlo a pesar de ser el gobierno que soportó 8 corridas cambiarias por 60.700 millones de dólares"
Como acostumbra hacer, la Presidenta, pasó revista de los datos de los principales índices e indicadores de la Argentina en los últimos años. La función adoptada por el Estado marca la diferencia con los gobiernos anteriores. También hubo palabras dirigidas a denunciar el "golpe suave" en Venezuela. Entre los datos positivos, el dato a destacar es YPF, un homenaje al gran argentino Mosconi. Los proyectos que deberían discutirse (y no están) en el Congreso para el porvenir de los argentinos.
La crisis ha tendido a profundizarse en el último año. Ya, ni el presupuesto militar de Estados Unidos (el cual sigue siendo, por lejos, el más grande del planeta) se salva de los recortes. Es que la agudización de los conflictos tienden a agravarse en estos períodos donde, los países centrales empiezan a hacer agua y los "emergentes" o periféricos intentan sacar la cabeza. Tiempos, los actuales, en que lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer.
En este marco, la Presidenta dio inicio a la Apertura del 132º período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional. A modo de síntesis podemos decir que, ante la situación imperante en el mundo, la Argentina sigue arrojando datos positivos. No es poco.
Es nuestra intención hacer un repaso de los principales puntos del discurso (dejando a tantos otros para próximas notas).
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"El informe del Banco Mundial –comenzó señalando Cristina- elogia la reducción de la pobreza en la Argentina, reconoce los avances argentinos en la reducción de la pobreza y la desigualdad, y resalta el rol del gasto público social –el Banco Mundial lo llama gasto público social, nosotros lo llamamos inversión pública social- y las transferencias monetarias dirigidas a los sectores de menores ingresos. Esto es textual. Y destaca al país (...) como el que destina el mayor porcentaje de su PBI al gasto público social, y que destina la mayor cuantía de recursos dirigida al 40 por ciento de la población de menores ingresos. Enumera reducciones de pobreza extrema y moderada, así como las mejoras en el índice de Gini".
Luego destacó que, "El verdadero centro de la disminución de la pobreza ha sido el surgimiento del trabajo en la Argentina, del trabajo legal y registrado. Más de 6 millones de puestos de trabajo, el retorno de las negociaciones colectivas de trabajo, de condiciones libres entre patronal y sindicatos que ha permitido, además, poner en funcionamiento –luego de haber estado paralizado durante décadas– el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, que llevó nuestro salario mínimo, vital y móvil a ser el más importante de América latina no solo en términos nominales, sino también en términos de paridad en poder adquisitivo".
"El último trimestre marcó el trimestre número 37 de descenso permanente de la desocupación, batiendo récord de récords, llegando a 6,4 por ciento de desocupación", resaltó la Presidenta.
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El autoabastecimiento energético es una realidad posible de alcanzar, para una Argentina deficitaria en materia energética (sólo en el último año debió importar 12.800 millones de dólares, lo que equivale al 42% de las reservas brutas del Banco Central), gracias a la renacionalización del 51% de las acciones de YPF.
Se debe tener en cuenta el alcance estratégico de esta medida dado que, como señalara Cristina, "Argentina es la cuarta reserva mundial de recursos de petróleo shale detrás de Rusia, Estados Unidos y China, con 27 mil millones de barriles, y la segunda reserva mundial de gases no convencionales detrás de China, con 145 mil millones de barriles equivalentes. Estos recursos representan –escuchen bien las cifras– 123 años de consumo en petróleo y 410 años en gas. Y el 41 por ciento se concentra en el yacimiento de Vaca Muerta".
Por otro lado, destacó que, "Malvinas también tiene que ver con el petróleo; tiene que ver con el petróleo, y tiene que ver con lo que decía también en la unidad y en la integración de Latinoamérica. ¿Para qué se creen que algunos quieren tener? ¿Únicamente por petróleo? No, también para tener una base militar en el Atlántico Sur".
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En su discurso la Presidenta se tomó un tiempo para denunciar algo que venimos sosteniendo desde hace tiempo en la RIN, el golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro.
En este sentido sostuvo: "En materia de relaciones internacionales no puedo dejar de referirme a un tema que es vital para la región, para nuestra historia y para lo que han sido estos últimos años, y que es el intento de golpe suave que se quiere dar contra la República Bolivariana de Venezuela".
Realizó una fuerte defensa de la democracia y la voluntad general de los pueblos que elige sus representantes, algo que hoy se encuentra puesto en tela de juicio.
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La necesidad de seguir construyendo una patria libre, justa y soberana nos mueve a plantear aquello que no se dijo y debería, en nuestra opinión, formar parte de la agenda legislativa de este año, a saber: Ley de desmonopolización de los alimentos, una nueva Ley de Entidades Financieras, la nacionalización del comercio exterior, la nacionalización de los depósitos bancarios, una nueva Ley de Inversiones Mineras, entre otros.
Esperemos a que el presente año los argentinos podamos discutir a través del Congreso las libertades que nos faltan y romper con las cadenas que aún nos atan a la dependencia.

Fuente: Apertura Del 132º período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional: palabras de la Presidenta de la Nación, http://www.casarosada.gov.ar/

Los profetas del odio: de Venezuela a la Argentina


Los profetas del odio: de Venezuela a la Argentina
En el día de ayer el vendepatria canal de noticias TN, perteneciente a Clarín, reprodujo una editorial del periódico imperialista New York Times en el cuál, como ya lo viene haciendo desde hace unas semanas, predica su terrorismo mediático contra el país.
 No es de sorprender que un medio al servicio de los intereses financieros globales ataque al país. No es para nada novedoso. Tampoco nos alarma su desenfrenado acerbo contra el peronismo. Ya, a mediados de siglo pasado (según archivos desclasificados de la CIA), el Departamento de Estado había manifestado que su principal preocupación respecto de lo que consideraban “la principal amenaza en el continente para los intereses de Estados Unidos”, era el gobierno del Gral. Perón (nótese que no era Cuba) el cual se encargaron de voltear tiempo después.
El noticiero de Clarín, es decir de Noble y Goldman Sachs, reproduce la nota presentándola como una opinión del “prestigioso diario norteamericano”. Así es como califica a su homónimo golpista, casi celebrando este atentado mediático contra el país. Defienden los mismos intereses.
Les preocupa que la Argentina se convierta en Venezuela, dice el Times y lo mismo Clarín y la Nación. Es decir, que siga tomando medidas de tinte nacional-democrático-popular (PERONISTAS), tendientes a la integración suramericana .
“Argentina, dice la editorial, es un caso perverso en sí mismo. Se trata de una nación todavía narcotizada por ese quijotesco brebaje político llamado peronismo”.
De esta manera discurre la información en nuestro país, de la mano del imperialismo y los golpistas de siempre. “Ladran Sancho… señal que cabalgamos”.
A continuación reproducimos la nota completa: 
Llora por mí, Argentina
Una ocurrencia que recorre los pasillos de la Sudamérica post-boom de los "comodities" dice que Brasil está en proceso de convertirse en Argentina, Argentina está en proceso de convertirse en Venezuela, y Venezuela está en proceso de convertirse en Zimbabwe. Eso es un poco duro para Brasil y Venezuela.
Argentina, sin embargo, es un caso perverso en sí mismo. Se trata de una nación todavía narcotizada por ese quijotesco brebaje político  llamado peronismo; involucrada en una guerra total contra los datos económicos fiables; jugueteando con su tipo de cambio multinivel; excluida de los mercados de capitales globales; pisoteando los derechos de propiedad cuando lo desea; obsesionada con una perdida pequeña guerra en las Malvinas   hace más de tres décadas, y convencida de que la causa de todo este fracaso recae en los poderes especulativos que buscan forzar a una nación orgullosa -en palabras de su líder- "para volver a comer sopa de nuevo, pero esta vez con un tenedor " .
Hace un siglo, Argentina era más rica que Suecia, Francia, Austria e Italia. Era mucho más rica que Japón. Despreciaba al pobre Brasil como inferior. Vasta y vacía, con el suelo más rico del mundo en la Pampa, le pareció a los inmigrantes europeos que la inundaron que contaba con todo el potencial de los Estados Unidos (el ingreso per cápita es ahora un tercio o menos del norteamericano). Ellos no sabían que un coronel llamado Juan Domingo Perón y su esposa Eva ( "Evita" ) daría forma al "ethos" de un poder delirante.
"Argentina es un caso único de país que ha completado la transición hacia el subdesarrollo", dijo Javier Corrales, politólogo de la Universidad de Amherst .
En términos psicológicos -y Buenos Aires está lleno de gente en sillones derramando su angustia a los psicoterapeutas- Argentina es, entre las naciones, el niño que nunca creció. La responsabilidad no era lo suyo. ¿Por qué debería serlo? Había tanto para ser saqueado, tantas riquezas en grano y ganado, que las instituciones sólidas y el imperio de la ley -por no hablar de un sistema de impuestos que funcionara - parecía una pérdida de tiempo.
Los inmigrantes llegaron a la Argentina con pasaportes extranjeros en lugar de ser absorbidos por el país como sucede en Brasil o Estados Unidos. Argentina estaba muy lejos en la parte inferior del mundo, una masa de tierra fértil lo suficientemente distante de los centros de poder para vivir sus propias fantasías periféricas o ahogar su pena en la que es probablemente la danza más triste (e hipnótica) del mundo. Luego, para dar expresión a su singularidad , Argentina inventó su propia filosofía política: una extraña mezcolanza de nacionalismo, romanticismo, fascismo, socialismo, conservadurismo, progresismo, militarismo , erotismo, fantasía, musical, desconsuelo, irresponsabilidad y represión. El nombre que se lo dio a todo esto fue peronismo . Ha resultado imposible de hacerlo cambiar.
Perón, el militar que descubrió el beneficio político que podría derivar de la creación de vínculos con los desposeídos de América Latina y la distribución de dinero en efectivo (una lección absorbida por Hugo Chávez), fue depuesto en el primero de los cuatro golpes de la posguerra. La Argentina que cubrí en la década de 1980 estaba emergiendo del trauma del régimen militar. Si tengo una sola imagen emblemática del continente, es de los sollozos incontrolables de las mujeres argentinas aferradas a las fotografías de los niños que habían sido arrebatados por los militates para un " breve interrogatorio ", sólo para desaparecer . Las Juntas militares de la región convirtieron "desaparecer " en un verbo transitivo. Es lo que hicieron con los que consideraban enemigos - 30.000 de ellos en Argentina .
Desde 1983, Argentina ha cesado su latigazo cívico-militar, juzgó a algunos de los autores de crímenes contra los derechos humanos y ha gobernado democráticamente. Pero la mayor parte de ese tiempo ha sido dirigido por los peronistas, más recientemente por Néstor Kirchner y su viuda, Cristina Fernández de Kirchner (reminiscente de la viuda de Perón, Isabel) , que han vuelto a descubrir la redistribución después de un aluvión peronista neoliberal en la década de 1990. El latigazo económico está vivo y en buena forma, al igual que el gasto imprudente en los buenos tiempos y las medidas fuera de la ley en los malos. También en saludable forma las evocaciones cursis de Perón y Evita e Isabel: En la tierra como en los cielos .
Llora por mí, mi nombre es Argentina y soy demasiado rica para mi propio bien.
Hace veinticinco años, me fui de un país de hiperinflación ( 5.000 por ciento en 1989 ), fuga de capitales, inestabilidad monetaria, intervencionismo estatal de mano dura, disminución de las reservas, la industria no competitiva, fuerte dependencia de las exportaciones de materias primas,  algo que reaviva fantasías peronistas y un complejo de sentirse en el fondo del mundo. Hoy la inflación es alta y no híper. Fuera de eso, no mucho ha cambiado.
Cuando arribé a Ushuaia,en el extremo sur de Argentina, lo primero que vi fue un cartel diciendo que las islas " Malvinas" estaban bajo la ocupación ilegal por parte del Reino Unido desde 1833. Lo segundo fue un cartel diciendo que Irlanda se encontraba a 13.199 kilometros de distancia (sin mención de Gran Bretaña ). Lo tercero fue un paquete de galletas "hecho en Ushuaia, el fin del mundo". La cuarta era una calculadora de bolsillo utilizado por un comerciante para averiguar las tasas dolar-peso.
La esperanza es difícil de desterrar del corazón del hombre, pero tiene que ser dicho que Argentina hace todo lo posible para hacerlo.