miércoles, 13 de noviembre de 2013

Putin, en el nuevo escenario mundial


Putin, en el nuevo escenario mundial"Haríamos bien en aprender del suicidio de los EEUU, de Gran Bretaña, de Holanda y de Francia, si queremos sobrevivir como nación" (Vladimir V. Putin)
Rusia actualmente se levanta en el concierto de las naciones como un ejemplo más de la situación que caracteriza la actual coyuntura internacional, la multipolaridad. Putin, el hombre clave de la emergente potencia Rusa.

Cambios en la escena mundial
La actual crisis, cuyo estallido se dio en 2008, se sitúa con mayor énfasis en el corazón del sistema capitalista, Washington, cosa que hasta el momento venía sucediendo fuera de sus fronteras.

La crisis institucional dada por el cierre del gobierno norteamericano, el sideral endeudamiento que sitúa a Estados Unidos como el país con mayor deuda a nivel mundial y la pérdida de terreno en términos geopolíticos, confirman el pronóstico del reconocido diario francés Le Mond Diplomatique, en su edición especial mayo-junio de 2012, "El fin del primer mundo", donde allí sostienen los especialistas que "el mundo avanza inexorablemente hacia la multipolaridad ante la caída del poderío que ostentaba hasta hace pocos años los Estados Unidos".

En este marco, "Estados Unidos no puede seguir tensando indefinidamente la cuerda para asegurar su condición de única superpotencia sin incurrir en una inflación de su poderío militar que conduzca a su irrevocable decadencia económica. Y esta acarrearía un hundimiento interno o una fuga hacia delante que sólo podría apuntar a una debacle a escala planetaria. Ya lo dijo Paul Kennedy: 'Las grandes potencias en decadencia relativa responden instintivamente gastando más en seguridad y por lo tanto desvían recursos potenciales del terreno de la inversión y agravan su dilema a largo plazo" 1.

Putin en la escena mundial, el caso sirio
Uno de los países que actualmente inciden con mayor determinación en la política mundial es Rusia. Putin, hombre cuya gravitación ha sido decisiva, ha podido situar a su país en la escena mundial como potencia emergente. "Ha sabido extraer a Rusia y a la Confederación de Estados Independientes del pozo en el que las habían arrojado Boris Yeltsin y la burguesía mafiosa de flamante cuño después de la disolución de la URSS. En 1999 Rusia, sometida a la "terapia de shock" neoliberal, estaba en plena decadencia interna y externa. Al asumir Putin hubo de vérselas con un país en el caos. Con un estilo pragmático manipuló a los oligarcas del nuevo capitalismo, restauró el control del Estado en la moderación de la economía y encaminó a esta por la vía de un capitalismo regulado, mientras procedía a la reorganización y modernización de las fuerzas armadas" 2.

Este ex cuadro de la KGB, ha desplegado una política de alianzas tanto con el BRICS como con países asiáticos, latinoamericanos y del medio oriente, cuyos objetivos principales tienden a roer el dominio norteamericano.

Muestra de esto último, ha sido su férrea y decisiva oposición a una eventual invasión a Siria.

Aprovechando la incapacidad de EEUU y sus aliados europeos de marcar la iniciativa en los conflictos de Oriente Medio y Próximo (Egipto, Siria, Palestina e Irán), Putin sacó ventaja a la oportunidad que se le presentó de recuperar la influencia internacional que Rusia había perdido en los últimos años.

A esto, debemos sumar el crecimiento económico ruso. "En términos de Producto Interno Bruto, Rusia se está convirtiendo en la primera economía de Europa y la quinta en el mundo" 3.

Igualmente, otro punto central de las relaciones exteriores rusas durante el período de Vladimir Putin al frente del país, es el notorio acercamiento hacia los países de Latinoamérica, tales como Brasil, Ecuador y Venezuela, algo que viene a ser un punto común con uno de sus más próximos aliados, China, país con el que detenta una gran cantidad de alianzas económicas.
También es de destacar el papel jugado en organismos internacionales, tales como el G-20.

"La presidencia rusa del Grupo de los Veinte, iniciada el 1 de diciembre de 2012 y que se concluyó con el Summit de San Petersburgo del 5 y 6 de septiembre de 2013, se desarrolló en un contexto internacional cargado de incertidumbres políticas y económicas que atañen a los principales países que la componen (...) Coherente con la evolución del nuevo escenario global que se ha caracterizado por la transición uni-multipolar y por la correlata presencia de las nuevas agregaciones geoeconómicas y geopolíticas, así como la de los países del denominado BRICS y la de la Unión Euroasiática, la presidencia rusa ha favorecido las discusiones y los encuentros que conciernen las soluciones alternativas al sistema liberal, responsable de las crisis monetarias y especuladoras del bienio 2007-2008" 4.

Esto, entre otros hechos, da muestras de la centralidad que adquirió Rusia en el último tiempo en el ámbito internacional de la mano de quien la gobierna desde comienzos de siglo, Putin.
Notas
(1) Putin y Obama en la encrucijada global, http://www.enriquelacolla.com
(2) Putin y la nueva Guerra Fría, http://www.rinacional.com.ar
(3) Vladimir Putin asegura que Rusia liderará economía de Europa, http://www.cubadebate.cu
(4) La presidencia rusa del G20, http://www.dossiergeopolitico.com

lunes, 11 de noviembre de 2013

La vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser... ¿Hacia un mundo no norteamericanizado? (Primera Parte)


La crisis y la caída del Primer Mundo. China y los países emergentes. El papel de la Argentina y de América Latina.
“Exhorto al establecimiento de un nuevo orden económico mundial, que incluya una reforma de las grandes instituciones financieras internacionales y abogo porque los países ricos asuman sus responsabilidades y minimicen el impacto de la crisis”
Wen Jiabao, Primer Ministro chino, en la Cumbre Económica Mundial de Davos.
Foto: Heraldo.es 
El reconocido diario francés Le Mond Diplomatique, en su edición especial mayo-junio 2012, titulaba “El fin del primer mundo”. De esta manera, sostenían los especialistas que en él escriben, que el mundo avanza inexorablemente hacia la multipolaridad ante la caída del poderío que ostentaba hasta hace pocos años los Estados Unidos. Más complejo aún, por esto de que en política el poder carece de vacío, aclaraban en su momento que China, al igual que otros países emergentes (Rusia, Brasil, India, Sudáfrica), empiezan a ocupar los espacios cedidos por el gigante del norte, hoy sumido en una profunda crisis.
¿Será acaso el fin de los Estados Unidos como primer potencia a nivel mundial? ¿Ocupara China ese lugar? ¿Cómo salvar Europa? ¿Qué papel le toca a América Latina? ¿Qué medidas debe tomar la Argentina ante la crisis?
El derrumbe del “american way of life” ¿Y el Pato Donald?
Salido de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos fue el país que se encontró mejor parado tanto militar como económicamente. Inglaterra, endeudada, estaba debilitada; Francia, extenuada; la Unión Soviética, desangrada (1). En julio de 1944 se definieron las nuevas reglas financieras mundiales a partir de los acuerdos de Bretton Woods, lo cual termino de consagrar a EE.UU. como la principal potencia. Estos acuerdos, además, reafirmaban el dólar como moneda internacional y creaban los organismos que hicieron posible lo anterior: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial (en ese entonces Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo). Tiempo después se diseñaba el Plan Marshall para financiar a Europa con billetes verdes y afirmar el peso de éste, a la vez que garantizaba importantes mercados para las exportaciones yanquis. El dólar se imponía al igual que la hegemonía del país que lo emitía.
A partir de entonces, los dirigentes estadounidenses podían hacer lo que quisieran, y los otros debían pagar. Cuando la situación se torna demasiado difícil, cambian unilateralmente las reglas del juego (…) Así, el 15 de agosto de 1971, el presidente Richard Nixon decretó que la moneda estadounidense ya no sería convertible en oro. No habría más que el papel (…) (2). Los gobiernos fueron cediendo poco a poco y las transacciones comerciales pasaron a realizarse en dólares a la vez que, los bancos centrales los acumulaban. A mediados de la década de los 60, Charles de Gaulle criticaba ante el “Privilegio exorbitante del dólar”.
Como consecuencia del denominado Estado de Bienestar, importantes sectores sociales de los países industrializados, aumentaron considerablemente el poder adquisitivo. Para mantener esta situación era necesario aumentar la producción y, en forma paralela, el consumo a los efectos de que se pudiera absorber lo fabricado. Para sostener este nivel de vida, era necesario aumentar el consumo, aun de productos superfluos que comenzaron a ser publicitados como imprescindibles. A lo cual se suma, el hecho de contar con materias primas y recursos baratos, en gran parte aportadas por los países subdesarrollados. “A fin de lograr ese objetivo, fue creado en los Estados Unidos un nuevo estilo de vida, que comenzó a difundirse como el american way of life… Para ello, se utilizaron dos elementos: la publicidad y la disminución de la calidad de los productos, con el fin de que tuvieran menor vida útil y por lo tanto, fuera necesario reponerlos más rápidamente” (3).
Esta nueva forma de vida se basaba en el consumo de todo tipo de artículos, como uno de los principales caminos para la realización individual de los seres humanos. Es decir, “derrochar sin miedo que alcanza para todos”. Se dejaban en segundo plano muchos de los valores culturales sostenidos hasta entonces, como el crecimiento intelectual y espiritual.
“Las características de ese ‘estilo’ fueron —además del consumismo— la exageración, la ostentación de la riqueza y la grandiosidad, reflejadas en todos los órdenes… Se creó, de este modo, una notoria influencia y hasta dependencia cultural, pues el resto de los países estuvieron influidos por la moda y las preferencias norteamericanas, más allá de sus propias tradiciones o idiomas” (4).
Un símbolo de época fue aquel simpático personaje, el Pato Donald, vestido de marine norteamericano creado por el ex agente de la CIA, Walt Disney. Disney y sus personajes se convirtieron en “una reserva incuestionable del acervo cultural del hombre contemporáneo… Y su criatura era el portavoz no sólo del american way of life, sino también de los sueños, las aspiraciones y las pautas de comportamiento que los Estados Unidos exigían a los países dependientes para su propia salvación.” (5)
Hoy en día ese estilo de vida al que hacíamos mención es una quimera aún para los propios norteamericanos. El estallido de la crisis rentístico-financiera en los países centrales ha sumido a millones de personas en la pobreza, desempleo y hambre. Los años dorados parecen lejanos y el futuro se avizora incierto para millones de estadounidenses, españoles, franceses, etc. “Al carcomer el centro neurálgico del capitalismo, la multibillonaria estafa piramidal que derivó en la actual crisis financiera y económica global ha tenido por lo menos el mérito de dejar en evidencia que las falencias del neoliberalismo no se deben a unas cuantas manzanas podridas: son las raíces mismas del árbol las que están corrompidas” (6).
Con ello se ha puesto en tela de juicio no solo la economía de los países del llamado Primer Mundo, sino también las usinas que avalan culturalmente a los mismos.

Notas:
(1)   Martine Bulard, “El poder mundial se desplaza”, Le Monde.
(2)   Ibíd.
(3)   Felipe Pigna, El mundo contemporáneo.
(4)   Ibíd.
(5)   Ariel Dorfman – Armand Mattelard, “Para leer al Pato Donald, comunicación de masas y colonialismo”, edición Siglo Veintiuno.
(6)   Pablo Stancanelli, “Un mundo en transición”, Le Monde.