martes, 14 de enero de 2014

Por una ley antimonopólica a favor del pueblo argentino y de su Soberanía Alimentaria


Por una ley antimonopólica a favor del pueblo argentino y de su Soberanía Alimentaria



“Art. 1. Por la presente ley se declara ilegal cualquier contrato, sociedad en forma de trust o parecido o asociación ilegal que se interponga en el negocio o comercio, entre los diversos estados o con los países extranjeros…”
“Art. 2. Cualquier persona que trate de monopolizar o monopolice o intervenga en una combinación o asociación con una o más personas para monopolizar una parte cualquiera del tráfico o del comercio entre diversos estados o con los países extranjeros, será considerada culpable de un delito…” (Ley Sherman Antitrust -1890)
Importantes avances han tenido lugar en América Latina en la última década. El último lustro, ha sido benefactor sobre todo en materia de crecimiento económico y reducción de la pobreza para el pueblo latinoamericano. Particularmente en Suramérica las transformaciones llevadas adelante por los gobiernos, desde el Estado, han mejorado la calidad de vida de los ciudadanos.
Según la CEPAL la primera década del siglo fue la mejor de las últimas tres para América Latina y el Caribe. Así se desprende de la edición número 65 del Estudio Económico de América Latina y el Caribe del bienio 2012-2013. Las políticas llevadas adelante por los gobiernos latinoamericanos reflejan una caída de la tasa de pobreza de casi un 25% y de la tasa de indigencia de un 33%, según consigna el Informe.
No obstante esto, los destinos de muchos países hoy se ven amenazados por diversos factores. Por un lado la “contraofensiva conservadora” (en palabras de Correa), donde el imperialismo senil y sus aliados locales intentan revertir lo hecho en los últimos años y, por otro, el enorme grado de concentración y monopolización económica que determina que un puñado de multinacionales se apropien de gran parte de la renta de nuestros pueblos.
EL PRECIO DE LOS ALIMENTOS Y LAS TRANSNACIONALES
Prueba de esto último es que en la última década, también, se quintuplicaron los beneficios de las transnacionales en la región según señala el informe “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe -2012- (CEPAL)”.
Las utilidades de las empresas transnacionales que operan en América Latina y el Caribe (también denominadas rentas de IED) se incrementaron 5,5 veces en nueve años, pasando de 20.425 millones de dólares en 2002 a 113.067 millones de dólares en 2011.
La pregunta que sigue es, ¿Cuánto de estas IED queda en los países latinoamericanos y cuánto en las casas matrices de estos gigantes internacionales? Sabido es que, en muchos casos, la especulación empaña la suerte de nuestras materias primas en manos de estas empresas monopólicas.
No es casual, por ejemplo, que el alto precio de los alimentos esté afectando considerablemente el bienestar de la población de países –como el nuestro- productores de materias primas.
En este sentido, pongamos por caso el paro agrario que afectó a Colombia. Los productores en ese país, se manifiestan en contra de leyes del Congreso colombiano que los obligan a utilizar semillas “certificadas”. Esto, producto directo de los tratados de Libre Comercio (TLC) suscriptos entre el país vecino y EEUU.
“El Congreso de la República expidió la ley 1.518 del 23 de abril de 2012, ‘Por medio del cual se aprueba el Convenio Internacional para la protección de las Obtenciones Vegetales, UPOV 1991’ (...) Esta es una norma que amplía el alcance de la propiedad intelectual de las semillas, y especialmente tiene enormes y graves repercusiones sobre la agricultura y la biodiversidad” (1).
Es decir que, para poder sellar el TLC Colombia debió hacer esta concesión (o bien cesión de su soberanía alimentaria) a EEUU. “En palabras sencillas quiere decir que la semilla de la papa, el maíz, el algodón y muchos otros productos, no pertenecen a nuestros campesinos, ni a nosotros, sino a las transnacionales que modificaron genéticamente estas semillas, y por lo tanto, ellos son los únicos dueños avalados por el gobierno nacional” (2).
La Resolución 970 del Instituto Colombiano Agrario, permite únicamente la compra de semillas “certificadas”, un recurso legal que favorece y otorga la propiedad de las semillas a empresas multinacionales como Monsanto, Dupont y Syngenta. Es importante aclarar que estas semillas tienen un costo elevado. Vale decir, quien posee la propiedad de las semillas decide el precio de las mismas y, a su vez, qué y cómo se produce.
MONSANTO: FUNDACIONES Y FINANCISTAS
La manera en que operan estas transnacionales es, principalmente, a partir de la colonización cultural y del manejo monopólico-concentrado de la producción. Es decir, nos despojan de los bienes materiales necesarios de subsistencia previamente habernos despojado de la política. El sometimiento económico de nuestros pueblos comienza a partir de un sometimiento cultural.
Veamos.
“Junior Achievement Argentina (más conocida como JCI) recibió de la Fundación Monsanto un importante aporte para desarrollar durante este año una destacada iniciativa educativa que consiste en 85 cursos del programa ‘Nuestro Campo’ (…) El mismo está orientado a que alumnos de entre 12 y 14 años que residan en zonas rurales reciban conocimientos y detalles de los beneficios que les brinda el campo para su futuro profesional” (3).
Junior Achievement es una fundación educativa internacional sin fines de lucro (¡!), creada en Estados Unidos en 1919. Esta noble fundación trabaja codo a codo conMonsanto Fund, brazo filantrópico de la CIA. Monsanto en los Estados Unidos.
Estas fundaciones, al igual que diversas ONG´s, actúan a lo largo y ancho de América Latina educando y formando a cientos de jóvenes cada año en diversos temas: por ejemplo sobre la bondad de los “transgénicos” y la importancia de la ciencia en el agro. Estas, financiadas por transnacionales, llevan adelante un trabajo silencioso y efectivo: crear conciencia. De esta manera, las transnacionales realizan su primer bombardeo de playa. ¡Qué mejor que los propios argentinos hablen bien -desde chicos- de los transgénicos para luego recibir con entusiasmo las semillas de Monsanto!
Debemos aclarar que Junior Achievement Argentina ha reconocido a diversos  dirigentes políticos argentinos, entre ellos al mendocino Luis Petri. Nada es casual. Sigamos.
 Ahora bien, ¿Quién es Monsanto? (4)
Con sede en San Luis, Missouri (EEUU), Monsanto es una empresa monopólica dedicada a la industria agrícola y farmacéutica, innovadora en el campo de los herbicidas y, más recientemente, de los  OMG (Organismos Genéticamente Modificados, o sencillamente, transgénicos). Su especialidad es la “biotecnología”, tema que suscita diversas polémicas.
Actualmente, sus oficinas de venta operan en más de 100 países y sus plantas de tratamiento de semillas se encuentran presentes a lo largo y ancho del mundo, con presencia en cada uno de los continentes. Dicha corporación global, controla la mayor parte de los cultivos transgénicos del planeta. En 2001 sus cultivos transgénicos representaban el 91% del área total cultivada. Muchos científicos sostienen que Monsanto está modificando el mapa genético de la “madre tierra”.
La compañía monopoliza el 80% de la biotecnología del planeta en la actualidad.
Existen cientos de estudios que señalan la peligrosidad de los transgénicos, llevados a cabo por especialistas de todo el mundo. Han podido comprobar que son inductores del cáncer (Dr. Robert Belle), generan malformaciones en recién nacidos, alteran la actividad sanguínea, producen tumores, accidentes cerebro vasculares, etc. (6).
Muchos países europeos actualmente han prohibido el ingreso de estos productos a sus mercados, al igual que Rusia, Bolivia y Venezuela, entre otros.
Veamos ahora, la pata financiera de este pulpo mundial. Entre otros accionistas como Bill Gates y Soros, se encuentran los siguientes:
American Century Investment Management Inc., Barclays Plc, Deutsche Bank AG, FMR Corp, Massachusetts Financial Service, Primecap Management Co, State Street Corp, TIAA-CREF, Vandguard Group Inc, Calgene, Morgan Stanley Bank.
También ha suscripto acuerdos con el Grupo Macro en nuestro país.
EL PUEBLO ARGENTINO Y SU SOBERANÍA ALIMENTARIA
Los otrora golpes de Estado han caído en desuso. Hoy los “golpes inflacionarios” e institucionales están a la orden del día para derrocar gobiernos populares e instalar democracias coloniales. La desestabilización de los gobiernos -que son producto de la expresión de la voluntad general- de Suramérica, es llevada adelante por estos gigantes transnacionales y sus socios locales (grandes acopiadores y exportadores de granos que fijan especulativamente el precio interno, en pos de ganar cada vez más, en base al precio internacional generando presión inflacionaria) que especulan con las materias primas.
En nuestro país el Congreso votó (luego de treinta años de democracia) una nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, cuyo objeto es desmonopolizar los medios de comunicación.
Es necesario, ahora, que se debata e informe en todas las provincias argentinas -tal como se hizo con la Ley de Medios- una nueva ley que desmonopolice la producción de los alimentos, hoy sumamente concentrada y principal eslabón de la inflación que mes a mes padece nuestro pueblo.
Es potestad del Congreso de la Nación velar por el interés de la voluntad general que votó a sus miembros, y no el de las transnacionales o grupos monopólicos, y hacer uso de sus facultades para expedir una LEY ANTIMONOPÓLICA en este sentido, a favor de la SOBERANÍA ALIMENTARIA. 
NOTAS:
(1) Paro agrario en Colombia: ¿Qué es la semilla certificada?http://armagedon-noticiero.blogspot.com.ar
(2) Ibíd.
(3) Junior Achievement y Monsanto lanzan programa de educación en zonas rurales,www.monsanto.com
(4) Ver: MONSANTO: la empresa que sueña cambiar el mundo,http://www.rinacional.com.ar
(5) El mundo según Monsanto, Documental dirigido por Marie-Monique Robin.
(6) Bill Gates compra 500 mil acciones de Monsantohttp://www.veoverde.com