lunes, 13 de febrero de 2012

Honduras: El primer Golpe de Estado del Gobierno de Obama


En estas líneas el lector no encontrará, a diferencia de las anteriores notas publicadas sobre los países de la CELAC, una descripción socio-histórico-política de Honduras ya que, quien escribe considera oportuno desentramar un hecho que ha sido ocultado y aceptado por la opinión pública mundial (medios hegemónicos de comunicación mediante), salvo honrosas excepciones, como lo es el Golpe de Estado en Honduras, que quito del poder constitucional al presidente Zelaya.

El hecho, cobra mayor importancia al estar enmarcado en un proceso histórico de integración latinoamericana y de retroceso de la diplomacia anglo-yanqui, producto de la crisis que vive actualmente el sistema capitalista a escala mundial. No obstante, los tentáculos de la CIA siguen operando en territorio de la Gran Nación que alguna vez imagino Bolívar, impidiendo el desarrollo libre y soberano de sus países.

El primer Golpe de Estado de la era Obama y del siglo XXI en América Latina, desnudan el hecho antes mencionado.

El progresismo genocida de la Social Democracia

Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, asumió en enero del 2009. La “esperanza negra de paz mundial” llegaba a la Casa Blanca y no pocos se entusiasmaban con este hecho, incluidos latinoamericanos. En sus discursos de campaña sostenía la necesidad de forjar la paz mundial a través de la cooperación reciproca de los países del mundo. Incluso llegaba a parafrasear a Luther King con su celebre “tengo un sueño” sembrando esperanzas más allá de las fronteras del país del norte.

Lo cierto, es que “la esperanza negra” rápidamente se convirtió en una “negra esperanza” para los latinoamericanos apenas seis meses después. El Estado genocida norteamericano, continuó y continúa en el plano de las relaciones internacionales con la política desplegada por J. W. Bush. Un continuo “vigilar y castigar” adoptado desde la Guerra de Secesión hasta nuestros días por parte de los Estados Unidos de Norte América.

Queda demostrado que la pigmentación de la piel carece de importancia y poco tiene que ver con la política internacional de los países y que los intereses concretos priman sobre esto. En este caso, los intereses imperialistas de la corporatocracia norteamericana.

Este señor pertenece al Partido Demócrata norteamericano, afiliado a la Socialdemocracia Internacional. La misma ha impregnado de un falso progresismo europeizante a todos los partidos afiliados a la misma, por ejemplo la UCR en nuestro país o el Partido Laborista Británico. Lo cierto es que ha sido el sostén legitimador de las políticas de ajuste del liberalismo de vieja usanza. Basta con mencionar como estos forros, aunque suene poco académico, en nombre de los “pueblos” y los “derechos humanos” legitiman el saqueo imperialista. Un hecho concreto es la invasión a Libia o los planes de ajuste en la zona euro apoyada ambas por el “socialista” Sarkozi, en detrimento de los pueblos de los países afectados.

Sabiendo los antecedentes, que no damos para no aburrir, de esta Internacional política pocas esperanzas podemos esperar de Obama que ha ratificado ser un genuino socialdemócrata, es decir, un fiel representante de la vocación imperialista de EE. UU. En su momento cierta miopía de algunos dirigentes latinoamericanos confundieron color con intención, hoy todo es más claro ya que la intención es siempre la misma, a pesar del color.      
      
Detalles del golpe

Honduras, al igual que la mayoría de los países de Centroamérica, fue presa históricamente de la piratería anglo-yanqui. Ya sea por la intervención directa sobre estos países o a través del saqueo de las compañías extranjeras que operaban en su territorio.

Desde principios del siglo XX, se viene padeciendo en la zona la apetencia de recursos por parte del “hermano del norte”. Un ejemplo de ello lo demuestran las presidencias de los mandatarios estadounidenses Teodoro Roosevelt (1901-1909) con la “política del garrote” y William Howard (1909-1913) con la “diplomacia del dólar”, las cuales fueron las políticas representantes del creciente proceso de intervencionismo y dominación imperialista en la zona del Caribe.

Varias compañías fruteras estadounidenses, como la United Fruit Company, la Standard Fruit Company y Cuyamel Fruit Company, hicieron rápidamente de la banana la principal exportación del país a cambio de grandes concesiones. Fue así como Honduras hizo su entrada a la División Internacional del Comercio. Y conjuntamente con Guatemala y Costa Rica adquirieron el seudónimo peyorativo de banana republics (repúblicas bananeras).

Dentro de las causas que responden a este último Golpe de Estado, debemos mencionar: la importancia de Honduras en el cuadro geopolítico de Centroamérica para EE. UU., la larga relación de formación y dependencia del ejército hondureño con el Pentágono, el hecho de que Manuel Zelaya junto al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el de Bolivia, Evo Morales, el de Nicaragua, Daniel Ortega, el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage y el canciller de Ecuador, Miguel Mejías, oficializaran la integración de Honduras a la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), la intención de erradicar las bases yanquis del territorio hondureño por parte de el presidente Zelaya y las cuantiosas reservas de recursos naturales en el país.

Sobre esto, el Licenciado en Ciencia Política, Analista Político especialista en Geopolítica y Geoestrategia y Miembro del Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos, Carlos Alberto Pereyra Mele, comenta: que, “la importancia de Honduras es claramente geopolítica dentro del despliegue del Comando Sur en la Zona Centro América Caribe”. Y agrega, “allí (en alusión a Estados Unidos) tiene la base militar Soto Cano, que es la principal en la región, con 600 efectivos permanentes y por donde pasan las llamadas fuerzas armadas hondureñas en su capacitación. Más la base de la Agencia Central de Inteligencia del gobierno de los Estados Unidos (CIA) en la región, desde donde se manejó la invasión a Cuba en los años 60”. Debemos añadir que este fue el caldo de cultivo en el país de donde históricamente surgieron los contrarrevolucionarios.

Eva Golinger enviada de Tele SUR para cubrir los hechos, allá por julio del 2009, detalla la activa participación de Washington en los desafortunados sucesos que llevaron a consumar la infamia golpista.

Las pruebas que presenta son las siguientes:

  • El Departamento de Estado tenía conocimiento previo del golpe.

  • El Departamento de Estado y el Congreso de EEUU financiaron y asesoraron a los actores y organizaciones hondureñas que participaron en el golpe.

  • El Pentágono entrenó, capacitó, financió y armó al ejército hondureño que perpetró el golpe y sigue reprimiendo al pueblo de Honduras.

  • La presencia militar estadounidense en Honduras, que ocupa la base militar de Soto Cano (Palmerola), autorizó el golpe de Estado con su complicidad tácita y la negativa a retirar su apoyo a los militares hondureños.

  • El embajador de Estados Unidos en Tegucigalpa, Hugo Llorens, coordinó la expulsión del poder del presidente Manuel Zelaya, junto con el subsecretario de Estado Thomas Shannon y John Negroponte, quien trabaja actualmente como asesor de la Secretaria de Estado Hillary Clinton.

  • Desde el primer día del golpe, el gobierno de Washington ha hablado de las "dos partes" involucradas y la necesidad de un "diálogo" para restituir el orden constitucional, legitimando de esta forma a los golpistas.

  • El Departamento de Estado se ha negado a calificar legalmente los sucesos de Honduras como un "golpe de Estado", no ha suspendido ni congelado su apoyo financiero y el comercio con el país, ni ha tomado medidas para presionar eficazmente al gobierno de facto.

  • Washington manipuló a la Organización de Estados Americanos para alargar el tiempo de debate sobre lo que había que hacer y así no apoyar el regreso inmediato del presidente Zelaya al poder, como parte de una estrategia que sigue en pie y simplemente busca legitimar al gobierno de facto y desgastar al pueblo hondureño que todavía se resiste al golpe.

  • La Secretaria de Estado Clinton y sus voceros dejaron de hablar del regreso del presidente Zelaya al poder luego de la designación de Oscar Arias, presidente de Costa Rica, como "mediador", y ahora califican al dictador que asumió el poder ilegalmente durante el golpe, Roberto Micheletti, como "presidente interino".

  • La estrategia de "negociar" con los golpistas fue impuesta por el gobierno de Obama como una manera de desacreditar al presidente Zelaya -culpándolo por los hechos que provocaron el golpe- y legitimando a los golpistas.

  • Congresistas estadounidenses -demócratas y republicanos- organizaron una visita de unos representantes de los golpistas de Honduras a Washington, a los que recibieron con honores en diferentes instituciones de la capital estadounidense.

  • A pesar de que fue el senador republicano John McCain quien coordinó la visita de los golpistas a Washington a través de un bufete de lobby, The Cormac Group, actualmente es el abogado de Bill Clinton y amigo cercano de Hillary, Lanny Davis, a quien se ha contratado como "lobbista" para lograr la aceptación pública de Washington del gobierno de facto en Honduras.

  • Otto Reich y el venezolano Robert Carmona-Borjas, quien fue abogado del dictador Pedro Carmona durante el golpe de Estado de Venezuela en Abril de 2002, ayudaron desde Washington a preparar el escenario para el golpe contra el presidente Zelaya en Honduras.

  • El equipo de diseño del golpe de Estado en Honduras designado por Washington también incluía a un grupo de embajadores de Estados Unidos recientemente nombrados en Centroamérica, expertos en la desestabilización de la revolución cubana, y a Adolfo Franco, ex encargado del programa de Cuba de la USAID.


Un mes antes del golpe, diversas organizaciones formaron una coalición llamada “Unión Cívica Democrática” (algo así como la Unión Democrática del 45 que enfrentó a Perón) compuesta por partidos políticos, agrupaciones universitarias, empresarios (Federación Nacional de Comercio e Industria) y la Iglesia Católica. Su propósito era derrocar a Zelaya del gobierno. Los voceros de la Unión Cívica, habían declarado cinco días antes del golpe que “confían en que las fuerzas armadas cumplirán con su deber de defender la Constitución, el Estado de Derecho, la paz y la democracia”.

La mayoría de estas organizaciones han sido beneficiarias de los 50 millones de dólares que anualmente invierte la USAID en el país, explica Golinger. Sin contar lo que el Instituto Republicano Internacional invirtió (cerca de 1,2 millones de dólares en 2.009) para trabajar con los partidos políticos.

De país bananero a país de narcos
Llama la atención que, ha pocas horas del golpe, un grupo de congresistas norteamericanos del Partido Republicano encabezados por los representantes de la Florida, Mario y Lincoln Díaz-Balart, intentaron ensuciar el nombre del presidente constitucional Manuel Zelaya al solicitar que el presidente Barack Obama investigue su supuesta “vinculación con el narcotráfico”, a través de la DEA.
Claro que, la DEA (Agencia contra el narcotráfico) no filtro el hecho de que Micheletti, quien usurpó la presidencia de Honduras, aparezca en la lista de narcotraficantes redactada por un alto oficial del Ministerio de la Defensa y Seguridad Pública de Honduras que lo relaciona con el Cartel de Cali, la red colombiana de narcotráfico.
La retórica imperialista de Hillary Clinton suena poco convincente al condenar el narcotráfico en la región al existir datos concretos sobre el gobierno de facto, al que apoya, de Honduras y los cárteles colombianos. La intención es clara. Hacerse los distraídos y legitimar a Micheletti mientras se invade la soberanía de Honduras ampliando las bases yanquis.
Lo cierto es que Honduras se encuentra en un verdadero caos a raíz del Golpe pertrechado por los EE. UU. “El actual gobierno del Presidente (Porfirio) Lobo llegó al poder en noviembre 2009, elecciones administradas por las mismas figuras que habían iniciado el golpe de Estado. La mayoría de los candidatos de la oposición se retiraron en señal de protesta, y todos los observadores internacionales más importantes boicotearon las elecciones, salvo por el Instituto Democrático Nacional y el Instituto Republicano Internacional, que son financiadas por los Estados Unidoscomenta Dana Frank, en Cuba Debate. Y señala que, “El presidente Obama reconoció rápidamente la victoria del Sr. Lobo, aún cuando la mayor parte de América Latina no. El gobierno del señor Lobo es, de hecho, un niño del golpe de Estado. Conserva la mayor parte de las figuras militares que perpetraron el golpe de Estado y nadie ha sido condenado por su ejecución”.

Por otro lado sostiene que, “Los titulares han estado llenos de historias de horror sobre Honduras. De acuerdo con las Naciones Unidas, Honduras tiene la mayor tasa mundial de homicidios, y San Pedro Sula, su segunda ciudad más importante, es más peligrosa que Ciudad Juárez, México, un centro para la violencia del narcotráfico.
Gran parte de la prensa en los Estados Unidos ha atribuido esta violencia únicamente para el tráfico de drogas y las pandillas. Pero el golpe fue lo que abrió las puertas a un enorme incremento en el tráfico de drogas y la violencia, y que desató una ola continua de represión estatal”.

Según el Washington Post (que es yanqui), Honduras se ha convertido en “el país más peligroso del planeta además de ser el epicentro del trasiego de drogas entre Sudamérica y los Estados Unidos. El colapso de pilares institucionales como el ministerio de Seguridad y el aparato judicial, han convertido el país en un verdadero estado fallido”. Queda demostrado con esta cita, que incluso para este medio “independiente” el tema no pasa desapercibido aunque en la Casa Blanca se hagan los distraídos.


La vocación de integración del pueblo hondureño y la Patria Grande

Saludamos desde estas páginas la vocación de integración del pueblo hondureño, a pesar de los Micheletti, los Lobos y los Obama, y la incorporación del país hermano a la CELAC. A la vez que, anhelamos una salida nacional, popular y latinoamericana a la actual crisis en que se encuentra Honduras.

Por estas horas, mientras un par de bandidos detentan el poder en este país centroamericano, una oleada latinoamericanista recorre el continente. La espada de Bolívar no tardara en traer la ansiada libertad en todos los rincones de la Patria Grande donde aún perdura la dominación extranjera en connivencia con el cipayismo criollo.
La CELAC puede ser mecanismo para alcanzar el destino común que los hondureños poseen con la América morena y el medio para expulsar los enemigos comunes de nuestra tierra.

“Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres”. (Martin Luther King “Yo tengo un Sueño”)

HERNÁN RAMÓN

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