viernes, 27 de septiembre de 2013

YPF-Chevron y los personeros de la dependencia


YPF-Chevron y los personeros de la dependenciaLas críticas al acuerdo celebrado hace unos meses entre YPF y Chevron se han seguido reproduciendo, incluso luego de que la Legislatura neuquina diera su aval al proyecto que busca extraer petróleo no convencional en la localidad de Vaca Muerta.Sabido es que las críticas, y quienes las disparan, tienen por objeto desprestigiar el acuerdo y al ejecutivo nacional.“El anuncio del acuerdo entre nuestra YPF y la Chevron, compañía continuadora de La California, produjo revuelo entre los llamados expertos en petróleo, de larga trayectoria al servicio de las compañías extranjeras, quienes siempre han negado el control del Estado argentino sobre ellas. Estos personajes, que por interés político-electoral pegan un salto en el aire y se vuelven, de pronto, defensores acérrimos de los intereses nacionales juzgan esta actitud del gobierno nacional como ‘entregadora y poco transparente’. Ni lo uno ni lo otro: la realidad demuestra que esta política petrolera, con el correcto control, responde a los beneficios nacionales, como lo han sido –en la última década– las medidas adoptadas en función de la defensa de la industria, la economía y las finanzas nacionales” (1).Los personeros“Las necesidades de la economía argentina por el año 1955 superaban los 12 millones de metros cúbicos de petróleo, YPF sólo producía poco más de 4 millones y la compañías extranjeras radicadas en el país cerca de 785.000 metros cúbicos, por lo que la importación estaba en el orden de los 6 millones 600 mil desde los Estados Unidos y 800.000 desde Rusia (…)Radicales y nacionalistas asumieron el peso de la campaña contra los contratos petroleros, hasta algunos liberales no dejaron pasar la oportunidad de vociferar contra el gobierno (…)La nacionalización de la economía desmentía cualquier suposición de “entreguismo” por parte de Perón, pero para la oposición la oportunidad de cuestionar al gobierno no podía ser desaprovechada” (2).La similitud de lo anterior con la actualidad no debe causar sorpresa. Por un lado, el desarrollo industrial de los últimos 10 años ha generado un déficit energético por el cual nuestro país sacrifica cada año alrededor de 15.000 millones de dólares importando crudo para abastecerse. Por el otro, los mismos sectores que enfrentaron el acuerdo de Perón con la Standard Oíl de California, hoy lo hacen enfrentando al gobierno nacional por el acuerdo Chevron-YPF. Antes como ahora el objetivo es evitar que la Argentina se industrialice.El acuerdo con Chevron reedita la política petrolera que intentó Perón en 1954 (frustrada por el golpe del 55), del mismo modo que los opositores al gobierno peronista reeditan las mismas peroratas sesenta años después.Desde el socialismo y el panradicalismo aseguraron que esto forma parte de una estrategia de “reprivatización” de la petrolera estatal. Por su parte, desde el peronismo disidente y el macrismo sostienen que la medida evidencia incongruencias en la política oficial porque se le otorga concesiones a una empresa extranjera al mismo tiempo que se reivindica un discurso nacionalista en materia energética.Los más elocuentes defensores en el país de la “seguridad jurídica”, economistas y cagatintas que a diario infunden miedo en La Nación y Clarín, parecen hoy ofuscados por el hecho de que el país atrae efectivamente capitales extranjeros. Vemos como estos perdularios de derecha toman cualquier ladrillo para tirarlo contra el gobierno. Tampoco falta la “izquierda” cipaya a la ocasión.“Sabrá el pueblo juzgar entre quienes siempre tuvieron una actitud genuflexa frente al capital extranjero y quienes siempre han defendido los intereses argentinos. Es decir, no habrá equívocos con los genuinos representantes ni con esos cipayos camuflados de oportunistas "custodios" del petróleo nacional”. (3)A modo de lección, veamos que nos decía  Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, durante el VI Encuentro Internacional de Economía Política y Derechos Humanos realizado en la Universidad de Abuelas de Plaza de Mayo en noviembre pasado, al respecto:“Nuestras economías actualmente se están moviendo en  un régimen estatal y privado con la inversión y, (…) hago referencia a que hay cierta izquierda radical que critica esta actitud, `como es posible que gobiernos revolucionarios que han estatizado, nacionalizado el gas, el petróleo, tengan acuerdo con empresas privadas extranjeras`, y están aquí a la mano los textos de Lenin (…) que tienen que ver con las concesiones (…) un texto que se llama: Las condiciones en que el gobierno soviético admite las concesiones y el significado de estas (…) dice Lenin: `El desarrollo del capitalismo controlado y regulado por el Estado es ventajoso y necesario dentro de ciertos límites (…) porque puede acelerar el restablecimiento inmediato y necesario de la agricultura y el abastecimiento de las ciudades, con mayor razón puede decirse lo mismo de las concesiones sin desnacionalizar nada, el Estado (…) arrienda a los inversionistas extranjeros determinadas minas, áreas forestales, explotación petrolera, para obtener de ellos equipos y maquinarias complementarias, que nos permitan luego acelerar la restauración de una gran industria soviética`. Aquí, Lenin, nos dice dos cosas: mientras el poder del Estado está en manos del movimiento revolucionario y, mientras el Estado pueda controlar los procesos de expansión de esta actividad, se necesita esa tecnología que no la tenemos nosotros (…) pero siempre y cuando nunca se pierda el poder del Estado para controlar, regular y absorber ese conjunto de inversiones para que en un momento determinado con ese conocimiento y recursos (…) asumamos nosotros, con la capacidad técnica y financiera, el desarrollo de esas actividades”.Déficit y autoabastecimientoEl acuerdo firmado con Chevron implica la perforación de más de 100 pozos adicionales en el área hasta ahora operada por YPF, de 20 kilómetros cuadrados, fase inicial del desarrollo de un área mayor, de 395 km cuadrados, que requerirá inversiones totales, en los próximos cinco años, superiores a los 16 mil millones de dólares.Según los cálculos, se ha comprobado la existencia de 117 trillones de pies cúbicos potenciales de gas, mientras que la proyección de reservas probables de crudo alcanzan a los 40 mil millones de barriles, que representaría multiplicar por diez las reservas actuales de la Argentina.Se estima que, de acá a cinco años, la Argentina dejaría de depender de la importación de crudo y concretaría el tan anhelado autoabastecimiento gracias al desarrollo de los proyectos previstos por YPF en Vaca Muerta e, incluso, exportar excedente. De allí la importancia del acuerdo.Si el Estado Nacional ahorrase U$S 15 mil millones al año al proveerse de su propio gas y petróleo, podría crecer enormemente el presupuesto en otras áreas del Estado para seguir profundizando el proceso de crecimiento del país.Chevron ingresará dólares del exterior a través del mercado único libre de cambios por el total de la inversión. Por su parte, YPF no le garantiza precios a Chevron. Estos serán los vigentes en cada momento sin ninguna garantía de la compañía. Además, YPF no se desprende de Vaca Muerta. El acuerdo solo contempla cesión del 50 por ciento del 3,3 por ciento de la superficie que tiene YPF en Vaca Muerta (12.500 kilómetros cuadrados) e YPF será el operador. Por su parte, Chevron no dará ganancias extraordinarias. La inversión se recuperaría recién en el noveno año. La inversión de Chevron es totalmente a su riesgo, solo se repaga con el 50 por ciento de las utilidades del proyecto. Además, YPF no depositará ningún dólar como garantía.Desde estas páginas festejamos este convenio que permitirá acercarnos al autoabastecimiento energético que, además, frenará la salida de capitales en importación de combustible. A pesar, de que esto ponga incomodo a la oposición que, como vemos, siempre está presente para poner palos en la rueda cuando de desarrollo nacional se trata.El acuerdo con Chevron reedita la política petrolera que intentó Perón en 1954 (frustrada por el golpe del 55), del mismo modo que los opositores al gobierno peronista reeditan las mismas peroratas sesenta años después.Notas:(1) Breve historia del cipayismo petrolero, Juan Luis Gardes,http://www.rionegro.com.ar(2) El Golpe de Estado de 1955, www.elforjista.com(3) Breve historia del cipayismo petrolero, Juan Luis Gardes,http://www.rionegro.com.a



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