viernes, 30 de noviembre de 2012

EL ESTADO SIONISTA ASESINO Y EL PREMIO NOBEL DE LA PAZ


“Apoyamos plenamente el derecho de Israel a defenderse”
Barak Obama

La nueva escalada de violencia en Gaza pareciera una repetición constante de una historia de nunca acabar. Mientras se escriben estas líneas las autoridades palestinas ya contabilizan el flagelo de dos centenares de víctimas, en su mayoría civiles.



Mientras los medios concentrados de la información intentan presentar esta nueva escalada bélica como una respuesta de Israel a continuos ataques por parte de Hamas (grupo que controla la Franja de Gaza) a la población civil del sur israelí, muchos advierten que el Estado sionista utilizó esta excusa para atacar en persecución de otros intereses que van más allá de proteger a su población.

La denominada “Primavera Árabe” produjo importantes cambios en Oriente Medio. Este proceso fue presentado como la movilización de las capas populares y medias de la población en contra de los sistemas de gobiernos autocráticos que terminó con muchos de ellos; pero ocultan que no fue un proceso homogéneo e igual para estos países. Inclusive, no hay un factor común en varios casos. Lo que se produjo, en realidad, fue por obra y gracia de la intervención de los países centrales (EE UU más la OTAN) que en estos países desató las guerras civiles.

En el caso de Egipto o Túnez, las capas medias y bajas se hartaron  de que sus gobiernos (como los argentinos en 2001) entregaran su país a sus socios norteamericanos a costa de su pueblo. Y cuando los alimentos se alcanzaron un costo inaceptable, estalló el modelo, a golpes de la movilización popular.

En otros casos (Libia, Siria, Irán) la intervención extranjera estuvo -y está- destinada a voltear a gobiernos populares, a través de la provisión de armas y asesores a grupos opositores, o invadiendo y bombardeando el territorio, a los efectos de colocar gobiernos afines que les permitan apropiarse de sus recursos (particularmente petróleo).

Esto ha llevado a un reacomodamiento de las relaciones de fuerzas en la región.

Tras la nueva intervención militar terrorista por parte de Israel, las voces en contra de este flagelo contra el pueblo árabe palestino son mayoritarias, tanto en la región como en Latinoamérica y Asia; en tanto el respaldo de Israel son los países centrales como Estados Unidos, Alemania, Francia, Inglaterra.

“Repetir la ofensiva "Plomo Fundido" de 2008/2009 en el contexto de la actual situación del mundo árabe significaría correr un riesgo sin parangón. Por entonces, en los encarnizados combates murieron al menos 1.400 palestinos del enclave, en su mayor parte civiles. "Lo que en el pasado estaba permitido, ahora está prohibido por la evolución de los acontecimientos en el mundo árabe", advirtió el ministro de Exteriores tunecino, Rafik Abdel Salam, al visitar la ciudad de Gaza en gesto de solidaridad”.

Netanyahu, a cargo del Estado sionista, se encuentra a pocas semanas de las elecciones y confía en que esta guerra pueda beneficiarlo electoralmente ya que -según observadores- no cuenta con suficiente apoyo para renovar su mandato. Debe poner punto final a los ataques que en los últimos meses han ido in crescendo en las ciudades israelíes pero, ¿quién ha estado bombardeando el sur del país?


“No obstante, existen dudas de que su decisión de atacar frontalmente a Hamas, agrupación que controla la Franja de Gaza, sea la correcta. En los últimos meses, el propio gobierno de Jerusalén admitió que los cohetes eran lanzados por pequeñas agrupaciones disidentes o insurgentes como la Yihad Islámica o los salafistas. Hamas observaba a lo sumo estas acciones sin intervenir.

El ex embajador de Alemania en Israel Avi Primor coincide en que no fue Hamas la agrupación que desató la violencia. Según el diplomático, los responsables son 'agrupaciones fundamentalistas extremistas' que luchan por el poder en la Franja.


Al parecer Hamas llevaba adelante negociaciones secretas con Israel por un alto el fuego a largo plazo, y lo hacía junto con el jefe de su brazo armado, el palestino Ahmed Yaabari, que murió esta semana en una ejecución selectiva de Israel”.


Lo que sostiene el activista en favor de la paz israelí Gershon Baskin en conversación con DPA es que “El día en que mataron a Yaabari, la conducción de Hamas recibió desde Israel un borrador de acuerdo. Se esperaba que respondiera esa misma noche”.

Ante esto, vemos de que manera la prensa internacional a estado manipulando los sucesos y justificando la “defensa israelí” frente a los supuestos ataques de Hamas.

El diario El País de España se lamenta de los sucesos, no por la pérdida de vidas inocentes por supuesto, sino porque se deja de lado “la guerra civil de dimensiones regionales en Siria, donde El Assad puede aprovechar la distracción para dar un giro más a la represión” (Editorial del 18/11). Según esta línea, los esfuerzos se deberían concentrar en eliminar a este último y luego avanzar al siguiente nivel (¿Irán?) Sin embargo, no menciona el hecho de que esta supuesta guerra civil cuente con otros elementos.

Eric Margolis, columnista de Information Clearing House (25/03), sostiene que“Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y algunos aliados árabes conservadores financiaron y armaron la rebelión siria desde comienzos de 2011” (…) “algunos medios de comunicación de EEUU, Gran Bretaña y Europa representan la guerra civil en Siria como un simple juego apasionado que en Damasco enfrenta al régimen ‘malvado’ de Assad contra manifestantes democráticos, en su mayoría desarmados. Recientemente vimos en Libia esta misma información engañosa, unidimensional, que fue diseñado para apoyar la intervención extranjera” (…) “armas y municiones están fluyendo a los rebeldes de Siria a través de Jordania y el Líbano. Grupos de extrema derecha del Líbano, financiados por las potencias occidentales, árabes conservadores e Israel, están jugando un papel clave en la infiltración de hombres armados y de armas por el norte de Siria”.

Mientras el Estado genocida de Israel juega sus fichas para extender su dominación en la región, eliminando enemigos mediante operaciones terroristas que cuestan la vida de cientos de palestinos inocentes, en tanto busca menguar la influencia iraní en Oriente Medio; por su parte y sin intranquilizarse, el reelecto Nobel de la Paz justifica la hazaña.


FUENTES:
-          DPA
-          Le Monde
-          El mundo


Hernán Ramón



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