domingo, 16 de junio de 2013

Nuevo paro del “campo”, la política agraria del Gobierno y el proyecto Giberti


"Promover el progreso en el sentido de hacer la granja implica recíprocamente impedir el progreso en cuanto el país intenta ser otra cosa que granja”
A. Jauretche


Las patronales agropecuarias han llamado a un nuevo paro contra la política agraria del gobierno por cinco días. “En rechazo a la política oficial agropecuaria, las principales entidades del sector dispusieron el cese de comercialización de cereales y ganado en pie. La Federación de la Carne se declaró en `estado de alerta` (…) La medida de fuerza fue decretada por la Sociedad Rural (SRA), la Federación Agraria (FAA), Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA)” (Infobae).

Ante todo, vale aclarar, que es erróneo referirse (tal como lo hace el discurso dominante) a “El Campo”. Dado que existen distintos sectores dentro del agro argentino y, por ende, distintos intereses ¿Acaso son idénticos los intereses de Bunge o Cargill y los productores nucleados en la FAA? El hecho de que hoy se muestren juntos los dirigentes de la SRA y de la FAA, históricamente enfrentados ¿Es mérito del gobierno?

IGUALES SÓLO EN LA FOTO

Como decía el autor de “El medio pelo en la sociedad argentina”, existe una oligarquía histórica, tradicional, parasitaria, ligada al comercio internacional y aliada al capital extranjero (SRA). Pero también existen los primos pobres de esa oligarquía, la denominada pampa gringa, que se encuentra relacionada con el mercado interno (FAA). Estos últimos, herederos del Grito de Alcorta, están atados al destino del país y por desgracia durante muchos años han estado atados a las pretensiones de los primeros.

La Resolución 125 logró unir a estos sectores antagónicos, dado que o hubo una mala instrumentación de la misma (la ley no hacía diferencias entre unos y otros), o hubo falta de explicación por parte de las autoridades. Quizás ambas.

Luego de la derrota del 2008 (la del voto “no positivo”) por parte del gobierno, su política a favor de los pequeños y medianos productores (quita de impuestos, programa de créditos, etc.) ha podido aplacar el reclamo de estos.

Lo cierto, es que es el sector exportador quien perjudica verdaderamente a los productores. Son quienes compran la producción, la venden en el exterior, cobran en dólares y pagan en pesos. No sólo “pagan barato y venden caro” estos traficantes de granos, sino que trasladan el costo de las Retenciones (situadas en el 35%) a los productores. Acto seguido, envían las divisas a sus casas matrices (dado que no son nacionales) o bien, las mandan a paraísos fiscales.

Son estos quienes perjudican a los pequeños y medianos productores. Los estafan, defraudan al fisco y se quedan con los dólares.

¿QUIÉN VENDE LO QUE PRODUCIMOS?

“Los grandes grupos económicos del agronegocio ejercen lo que se denomina `integración vertical de la producción`, es decir, empresas que concentran casi toda la cadena comercial (…) Esto es: comercializan, almacenan, transportan y exportan la producción (…) en el negocio agrario argentino hay apenas 7 empresas que manipulan el comercio de granos: Cargill, Bunge, Dreyfus, Nidera, Noble Argentina, ADM Argentina- todas extranjeras- y Aceitera General Deheza, que concentra el comercio de aceites y se beneficia del menor porcentaje de retenciones. Las cinco grandes compañías exportadoras manejan el 90% de las ventas, con beneficios corrientes que superan ampliamente los u$s 1500 millones” (1).

Son estos sectores los que actualmente presionan al gobierno para que devalúe. Estos señores, a su vez, son los responsables de la escases de divisas, necesarias para que el Estado haga frente a sus obligaciones, negándose a liquidar (2).

EL PROYECTO H. GIBERTI, RETOMAR DONDE HABÍAMOS DEJADO

La Ley 20.573/73 de “Comercialización de granos y otros productos agrícolas”, elaborada por el equipo dirigido por Horacio Giberti al frente de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (1973/74) y promulgada por Juan Perón el 24 de diciembre de 1973, fue derogada durante la última dictadura cívico-militar.

“Ley que nacionalizó la producción agraria y su comercialización interna y externa, resguardando el abastecimiento, consumo y abaratamiento de la producción destinada al mercado doméstico, facultando además al Estado a través de la Junta Nacional de Granos a constituir empresas mixtas de comercialización estatales y anónimas (en este último caso siempre con mayoría estatal) con los actores privados del sector” (3). La misma, fue apoyada por la FAA y rechazada por la SRA, Carbap y CRA ¿Se entiende?

En su artículo 1º, dispuso: “La comercialización de la producción nacional de granos y otros productos agrícolas y sus productos y subproductos de la industrialización primaria, estará a cargo del Estado Nacional, cuando el Poder Ejecutivo lo disponga, con carácter exclusivo y excluyente a través de la Junta Nacional de Granos (...)”.

En su artículo 3º, dispuso asimismo que la JNG podrá actuar en actividad competitiva en el mercado interno y externo “(...) para propender a su abastecimiento, consumo y abaratamiento [del mercado interno] y al cumplimiento de convenios internacionales, a la ampliación de las exportaciones y diversificación de mercados, como a la defensa de los precios”.

En su artículo 9º, la JNG quedaba facultada para “(...) constituir, promover o participar en la constitución de empresas del Estado, sociedades anónimas con participación mayoritaria estatal, sociedades de propiedad del Estado, asociarse con las existentes o desarrollar servicios propios para la comercialización de los productos y subproductos de su competencia”.

En su artículo 47º, declaraba sujetos a las facultades de dirección, control e intervención de la JNG (entre cuyas atribuciones reglamentadas por la propia entidad figuraban la de aprobar las tarifas, la de asumir la prestación directa en casos de emergencia y la de aplicar sanciones y aun revocar concesiones) a: “(...) Los concesionarios del servicio público de elevadores, silos y depósitos” (4).

Traemos a la memoria dicha ley, enmarcada históricamente en un proyecto de liberación nacional, dado su profunda vigencia. Es necesario que el gobierno nacional, como ya hemos explicado en este medio, nacionalice el comercio exterior valiéndose de las experiencias pasadas en la materia, adaptado a las nuevas realidades. La Ley Giberti, constituye una herramienta que puede marcar el camino. La cual, no sólo beneficiaria a los productores sino que le permitiría a los argentinos en su conjunto, reapropiarse de la renta nacional y de las divisas, hoy en manos de 7 oligopolios extranjeros.

El documento con el que la Mesa de Enlace justificó su nueva protesta contra el Gobierno Nacional “describe una difícil situación económica en el principal sector productivo del país”. En este sentido, coincidimos con que el “campo” constituye una gran fuerza productiva, pero esta debe estar al servicio de la industrialización, modernización económica y social del país.

Escrito para: http://rinacional.com.ar

Notas:
(1) “Solo 7 empresas controlan las exportaciones de granos”, http://www.mentesdigital.com
(2) Ver: “Para que el Estado controle el dólar y la inflación Nacionalización del comercio exterior”, http://www.rinacional.com.ar
(3) “Arturo Jauretche, la Mesa de Enlace y el alcalde Mauricio”, F. Bernal, http://tiempo.infonews.com/
(4) “Proyecto H. Giberti”, CLICeT (Centro Latinoamericano de Investigaciones Científicas y Técnicas).




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