domingo, 29 de julio de 2012

LA VERGUENZA DE HABER SIDO Y EL DOLOR DE YA NO SER... (Segunda Parte)



  
La crisis y la caída del Primer Mundo. China y los países emergentes. El papel de la Argentina y de América Latina.

"Todos sabemos qué hubiera ocurrido en esta crisis sin la intervención estatal para mantener la confianza y apoyar la industria: el colapso total. No es cuestión de liberalismo, ni de socialismo, ni de derechas, ni de izquierdas, es una realidad"
Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, en la Cumbre Económica Mundial de Davos.



¿Un mundo ‘no polar’?

Día a día se le complica  más a EE UU mantener disciplinados a sus súbditos. Samir Amin, enumera en su libro “Más allá del capitalismo senil”, los principales monopolios en que se centra el poder norteamericano, en esta “nueva fase” del sistema capitalista a escala mundial (el monopolio de la tecnología de punta, el control de los mercados financieros, control de los recursos naturales, monopolio de los medios de comunicación y de las armas de destrucción masiva), sin embargo hoy en día han dejado de ser exclusivos del Estado norteamericano y están siendo disputados por otros países.

Para Barack Obama, quien se encuentra decidido a una reelección, el panorama se presenta complejo:

  • Actualmente, la deuda de EE UU con China excede el billón de dólares,

  • La deuda nacional de EE UU superó el 101,5% del PBI,

  • La taza de pobreza para los niños que viven en EE UU es del 22%,

  • La taza “oficial” de desempleo el del 8%,

  • Solo en 2010, 2,6 millones de estadounidenses cayeron bajo la línea de pobreza,

  • Según Forbes, los 400 estadounidenses más ricos tienen más riqueza que los 150 millones de estadounidenses más pobres.

A esto debemos sumarle los siguientes datos internacionales. Tanto el FMI como el Banco Mundial están siendo marginados ante países que en su momento decidieron cancelar deudas para adquirir independencia y hoy se aprestan a crear organismos de crédito paralelos, ejemplo: Banco del Sur, Banco asiático, etc. Por otro lado si bien China posee una gran reserva de dólares, la segunda compradora de bonos yanquis en el extranjero después de Japón, actualmente realiza gran parte de sus intercambios comerciales con otras monedas (impulsa un área de libre comercio asiática), ante lo cual esta economía, se espera sea la primera a nivel mundial en 2016 según analistas, podría ir reemplazando poco a poco a la moneda yanqui en las transacciones internacionales.

Estos datos ponen en evidencia las conclusiones de El Libro Blanco sobre la defensa y la seguridad nacional, aprobado por el gobierno francés en junio del 2008: “El mundo occidental, es decir, principalmente Europa y Estados Unidos, no es más el único poseedor de la iniciativa económica y estratégica en el sentido que todavía tenía en 1994”, O las palabras del ex ministro de Relaciones Exteriores francés Hubert Védrine: “Occidente perdió el monopolio de la historia y del gran relato”(1).

Los países llamados “emergentes”, por su parte, han ocupado lugares antes impensados y reclaman nuevos (obtuvieron lugares dentro del G7 que debió ampliarse a G20, reclaman reformas en Naciones Unidas, especialmente en el Consejo de Seguridad, han creado nuevas zonas de comercio y defensa, ejemplo la Unasur, etc.). Lo cual los presenta como contracara de los nuevos protectorados europeos, España, Italia, Grecia, que actualmente se “ajustan” a los designios de la troika: FMI, BM, BCE.

Estos últimos están a la merced de la recetas impuestas por estos organismos e incluso han cedido parte de sus soberanías al sistema financiero. Para muestra sobra un botón: En España se acaba de anunciar un aumento del IVA, se despiden empleados públicos, se aumenta la edad jubilatoria, se achica el Estado, etc., todo esto a los efectos de salvar a los bancos (Bankia) mientras miles de españoles se encuentran bajo la línea de pobreza.

Es verdad que la actual crisis por la que atraviesan estos países, incluido EE UU, se los esta llevando puestos, hablando mal y pronto, sin embargo no está muerto quien pelea. Estados Unidos sigue siendo aún la principal potencia económica y militar. El futuro de lo que vendrá… queda en manos de los futuristas…

La Argentina ¿Qué medidas tomar?
Santiago Niño Becerra, en su libro El Crash del 2010 dedica un capitulo a América Latina, en el cual opina de que manera la actual crisis puede afectar a las economías regionales. Este destacado intelectual, sostiene que al ser estos países poseedores de recursos naturales se encuentran ante una gran posibilidad de desarrollarse dado el valor de los mismos como así también valiéndose del hecho de que son el puntapié fundamental para llevar a cabo la industrialización de los mismos (punto principal que los separa de los países desarrollados).

Sin embargo se equivoca al dar como un hecho consumado y perdurable lo siguiente:“Los recursos que Latinoamérica tiene ahí están, pero el verdadero control es mínimo (…) Aunque los nacionalice (…) las economías productoras no tienen control alguno sobre los aspectos financieros que son imprescindibles en los procesos que acompañan en la obtención de esos recursos (…) sin esos apoyos financieros la sola propiedad de los recursos poco representa.” De esta manera y bajo una visión europea, propia de su origen, concluye que la única forma de explotarlos es bajo ayuda financiera externa o bien bajo inversiones extranjeras.

Lo cierto es que lejos de esto, los Estados latinoamericanos están en condiciones de generar recursos genuinos a los efectos de llevar a cabo la explotación de sus riquezas de manera soberanas. Es cuestión de animarse a hacerlo. De decisión y legitimidad política.

La Argentina se encuentra ante el dilema actual de profundizar el modelo, evitando que los coletazos de la crisis golpeen nuestra economía o, ajustar tal como lo hacen los países centrales. Lo segundo seria retroceder a la época vivida y culminada en los sucesos de 2001. Lo primero, avanzar hacia la realización de la patria.

Para esto último, es necesario que el gobierno encabezado por Cristina Fernández dé por tierra con toda la legislación menemista y delarruista a los efectos de que el Estado pueda disponer de la renta nacional que actualmente se le escapa de las manos o, que mejor dicho, se encuentra en otras manos. Tal como es el caso de la renta minera ¿Existe legitimidad para hacerlo? Sí. ¿Voluntad? Veremos.


Hernán Ramón

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